Entendemos la gracia de las luces navideñas.
Pero en ningún momento, esa gracia tiene algo que ver con la bulla que hacen las modernas.
Todas están desafinadas, en términos absolutos y relativos.
No nos dejan ensayar, muchos no pueden dormir y otros, simplemente pasan un mal rato durante su paseo de las 8 y media.
Eso no pasaba antes.
Apaguen la música de sus luces navideñas.
Eso no les agrandará el espíritu navideño.
Nosotros, aprovecharemos estos días para ensayar.